La primera respuesta a la contingencia por la COVID-19 provino del cierre de las escuelas en todo México, desde el nivel preescolar hasta universitario. Esta medida ayudó a controlar el número de contagios entre la población infantil y juvenil, sin embargo, puso en riesgo la finalización del ciclo escolar 2019-2020, principalmente en las escuelas públicas.
Según los responsables de estos casos afirman que el mayor cambio se dará cuando revaloremos la educación y el paradigma de la calificación sea sustituido por el paradigma del aprendizaje.
Un aprendizaje significativo que sea útil, que sea aplicable y que puedan los estudiantes poner en práctica para su propio beneficio, de su familia y de su comunidad.